UN EXTRAÑO EN MIS BRAZOS de Lisa Kleypas
Incluso vestida con su traje bombasí oscuro, cerrado y modesto como el de una monja, Larissa Crossland exhibía una suave y elegante belleza. De espesa melena oscura, siempre como a punto de soltarse de las horquillas, y de sensuales ojos color verde claro, resultaba una mujer original y llamativa. No obstante, su apariencia despertaba escasa pasión. Era admirada a menudo, pero nunca perseguida… Nunca cortejada ni deseada. Quizás se debiera a su carácter, taciturno y reservado, que mantenía a todo el mundo a distancia.
|