Tuya a medianoche de Lisa Kleypas
Él se sintió prendado por ella; por su perfume, por el encantador tono de su voz. Quería acariciarle la tersa piel de las mejillas y la garganta. Pero permaneció inmóvil mientras observaba cómo se colocaba una servilleta de lino en el regazo.
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