Tocado y hundido de Lisa Gardner
Vero se da la vuelta. De las cuencas de sus ojos brotan gusanos que se esparcen retorciéndose sobre su reluciente calavera blanca. Deberías haberme dicho que las niñas no pueden volar. |
Tocado y hundido de Lisa Gardner
Vero se da la vuelta. De las cuencas de sus ojos brotan gusanos que se esparcen retorciéndose sobre su reluciente calavera blanca. Deberías haberme dicho que las niñas no pueden volar. |