No soy tu rosa ni tu tulipán de Lighling Tucker
—Disculpen, ¿ha entrado una mujer? Pelo largo, castaño, ojos claros, vestida con un pantalón tejano y una camiseta azul cielo. Marie estuvo a punto de levantarse al escucharle. Casi parecía la definición que se le daba a un policía ante una desaparición y no una mujer que huía para no casarse con un lunático. |