Canción del ocaso de Lewis Grassic Gibbon
Un día odiabas la tierra y el habla vulgar de la gente y pensabas que aprender estaba muy bien, pero al otro te despertabas con las avefrías chillando por las colinas, chillando cada vez más dentro de tu corazón y con el olor de la tierra en la cara, y casi llorabas por tanta belleza y por el encanto de la tierra y el cielo escoceses.
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