Después Del Baile de León Tolstoi
el banquete fue espléndido y se sirvió un mar de champaña. Aunque amante de la champaña, no bebí, porque aun sin alcohol me hallaba ebrio de amor, pero en cambio bailé hasta caer desfallecido
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Después Del Baile de León Tolstoi
el banquete fue espléndido y se sirvió un mar de champaña. Aunque amante de la champaña, no bebí, porque aun sin alcohol me hallaba ebrio de amor, pero en cambio bailé hasta caer desfallecido
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