Desafíame de Lena Valenti
La gente cantaba, gritaba, jugaba a ser quien no era en la vida real. Soñaban que tenían facultades sobrenaturales, que hacían magia y que luchaban contra el bien o contra el mal, pero, al menos, tenían un motivo y un bando por el que luchar. Una razón de vivir que se alejaba del día a día rutinario de la realidad. Por eso el mundo friki era tan especial, por eso los que entraban en esos universos ya no querían salir. Porque se sentían como niños, no querían perder el niño interior, y querían creer por encima de todas las cosas en algo más que en su nómina y su hipoteca.(...).Porque el mundo de la fantasía no tenía edad. |