Desafíame de Lena Valenti
—Bien. Repíteme los pecados capitales, cariño. —Papá, ¿en serio? —refunfuñé saliendo del baño para, a continuación, dejarme caer boca arriba sobre el colchón. Me sequé los dedos en el tejano. —Lara, repítemelos. Resoplé mientras rebotaba. —No beberé. No me drogaré. No beberé de otro vaso que no sea el mío. No aceptaré caramelos de extraños. No dejaré entrar a desconocidos en mi habitación. Y no jugaré al teto. |