Infamia de Ledicia Costas
Llovía en alta definición. Quinto día de agua, sin apenas descanso, y todo apuntaba a que el cielo de Galicia iba a seguir vomitando frío. Emma siempre se había sentido como una personas de invierno, de agua y de luna, por ese orden. La lluvia no afectaba a su estado de ánimo, pero consideraba que, por imperativo legal, los grandes cambios deberían ir acompañados de un punto de luz al que aferrarse.
|