Tres pequeñas mentiras de Laura Marshall
Hasta que un bebé no tiene seis o siete meses no sabe qué es una persona diferenciada de su madre. Hasta entonces, cree que son la misma persona, lo cual explica que al separarse de ella se ponga tan nervioso. Con el tiempo, el bebé lo entiende, pero en el caso de la madre esa sensación nunca desaparece. Tu hijo y tú sois, siempre y para siempre, una sola persona. Sientes como propios cada corte, cada comentario mezquino, cada vez que le rompen el corazón.
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