Magia dudosa de Laura Kinsale
—Ámame, Roddy —le gruñó al oído cuando por fin encontró el camino y sus cuerpos se fundieron en uno solo—. Quédate conmigo. No escuches a nadie más. —Se movió encima de ella, embistiéndola con fuerza como si intentara marcarla utilizando su cuerpo como única herramienta. Acercó los labios a la oreja de Roddy y susurró—: Mi amor. Mi vida. Quédate conmigo.
|