Donde los árboles cantan de Laura Gallego
- Porque puede que descubras el misterio o puede que te enfrentes a una muerte segura. ¿Quién sabe? Muchacha, te contaré algo: el mundo está lleno de historias. Todas las personas y todas las cosas tienen historias que contar. A algunas de ellas se llega a través de gente como yo, que las relata para que no se olviden. Otras, en cambio... se viven. ¿Entiendes? Viana asintió, aunque no estaba segura de comprenderlo del todo. - Ahora tú debes decidir - concluyó Oki - si seguirás siendo una oyente o, por el contrario, saldrás en busca de tu propia historia. [...] - Pero sólo si te arriesgas a vivir esa historia sabrás como concluye. A no ser, por supuesto, que esperes a que otra persona la viva por ti. Entonces es posible que dentro de un tiempo conozcas el final en boca de alguien como yo. Viana asintió de nuevo. Ya esta vez sí lo entendía. - Puedo ser una espectadora - resumió - o puedo ser la protagonista de mi propia historia. Y eso conlleva riesgos. |