Sin renunciar a nada de Laimie Scott
—Si te matan… —le rebatió él mientras enmarcaba el rostro de Jelena entre sus manos para sentir su piel bajo las yemas de sus dedos—. No me quedaría nada por lo que seguir adelante. Créeme. Pensé que te olvidaría durante el tiempo que pasé encerrado, o que a lo mejor serías tú la que me olvidaras y siguieras con tu vida. Que el sentimiento que había entre nosotros acabaría muriendo de la misma manera que el sol se oculta dejando paso a la noche. Pero estaba muy equivocado. ¿Sabes por qué? Porque no hay nada ni nadie que pueda acabar con los que siento por ti, Jelena.
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