09/06/2020
Ciara, tras la muerte de su madre, regresa al pueblo en el que creció con un claro objetivo: reformar la casa que su madre le dejó en herencia, venderla y con ese dinero viajar muy lejos. Sin embargo el viaje que realizará, sin poder evitarlo, será hacia el pasado, a los recuerdos de su infancia y a desmontar como la misma casa, sus vínculos más primitivos: los familiares. Con este argumento,Laia Soler, nos presenta una novela sencilla y sentimental sobre la familia, la pérdida y las heridas tan profundas como necesarias para crecer. ¿Cuál fue tu primer contacto con la escritura?
Mi madre me llevaba una vez a la semana a la biblioteca del pueblo y leía tanto que tuve que pedirle a la bibliotecaria que me dejara sacar más de tres libros a la semana. Viendo que era tan lectora, la bibliotecaria pensó que me podría gustar participar en el concurso de relatos de Navidad, así que cuando cumplí la edad mínima, ocho años, me dio unas hojas en blanco con el sello de la biblioteca. Ahí escribí mi primer cuento, a mano y con letra gigantesca, y gracias a eso descubrí que mi pasión era contar historias.
¿Quiénes mencionarías como influencia dentro de tu escritura?
Se me hace muy complicado identificar mis propias influencias. Además, creo que (casi) todo lo que leemos influye en nuestro modo de escribir en mayor o menor medida, incluso cuando se trata de algo que no nos convence y sacamos aprendizajes de lo que no queremos hacer.
¿Cómo surge el título de la novela La geografía de tu recuerdo?
En la novela, la protagonista redescubre su pasado, así como el de su madre, explorando los espacios que compartieron, tanto dentro como fuera de su hogar. La casa tiene una importancia vital, pero también Kilkerry, el pueblo, con todo lo que lo conforma: el lago, el pub favorito de la madre de Ciara, sus playas, calles y campos…
Los recuerdos están ligados a las personas, pero también a los lugares donde sucedieron.
A diferencia de esta novela, tus obras anteriores estaban dedicadas a un público más joven ¿evoluciona tu literatura a la par contigo?
Con La geografía de tu recuerdo quería explorar las relaciones familiares, especialmente entre madre e hija, y por el enfoque que quería darle, se escapaba de la etiqueta «juvenil». Los temas sobre los que escribo cambian a medida que yo lo hago, pero eso tampoco significa que vaya a dejar de escribir juvenil: sigo muy conectada con mi «niña interior» y espero que siga siendo así durante mucho tiempo.
Estamos ante una novela que nos habla sobre lo inevitable que es volver a la infancia, a nuestro pasado ¿cuál es el germen?, ¿en base a qué empezaste a escribirla?
Empecé a escribir La geografía de tu recuerdo como proyecto de final de máster en Creación literaria, en 2016. Por aquel entonces llevaba ya seis años viviendo en Barcelona, y empezaba a sentirla más hogar que mi ciudad natal, Lleida. Esa fue la primera semilla: el deseo de hablar del hogar familiar, de quienes fuimos y quienes somos tanto dentro como fuera de él.
Ciara, la protagonista de esta novela ¿Tiene algo de biografía?, ¿cómo te ves frente a la autoficción?
Ciara y yo compartimos la experiencia de habernos marchado de nuestros hogares con dieciocho, lo que implica muchas vivencias y sentimientos compartidos, y algunos rasgos (aunque no muchos) de carácter. Más allá de eso, su historia no tiene nada que ver con la mía. Aun así, mis historias suelen nacer de mi necesidad de compartir una idea o sentimiento propio, y al final siempre acabo dejando en el texto mucho más de mí de lo que soy consciente.
Una de las ideas que rondan La geografía de tu recuerdo es la falta de comunicación o empatía como raíz de los conflictos en las relaciones familiares ¿Crees que este es un problema presente en toda la sociedad?
Sí, no hay más que ver el auge de la extremaderecha en los últimos años. Además, las redes sociales han propiciado que vivamos en nuestras burbujas (uno elige a quién seguir, qué tipo de contenido quiere recibir) y me da la sensación de que cada vez somos menos tolerantes con quien piensa diferente. Estoy de acuerdo en que hay posturas indefendibles y contra las que debemos luchar, pero nuestras armas no pueden ser los insultos ni los gritos, porque el efecto es contraproducente. Quizás es inocente creer que la empatía puede cambiar el mundo, pero como dice el refrán «Hablando se entiende la gente».
¿Podemos hablar de esta novela como un homenaje a la pérdida?
En parte sí. La pérdida forma parte de la vida: perdemos seres queridos, trabajos, amistades… E incluso, y ese es un tema central en la novela, podemos perdernos a nosotros mismos. Algunas de estas pérdidas son inevitables y otras, dolorosas pero necesarias para seguir avanzando.
¿Por qué esta distinción entre quienes se van y quienes deciden quedarse en el pueblo?
Porque es una elección entre dos formas de vida muy diferentes. La protagonista, Ciara, jamás ha entendido a quienes deciden quedarse porque ha crecido con la idea de que para triunfar uno debe marcharse a una gran ciudad, donde esperan las grandes oportunidades. No valora para nada todo lo que ofrece la vida rural, porque ha comprado esa idea impuesta del éxito sin cuestionarla. Su regreso a casa la obliga a cuestionarse estas creencias interiorizadas y preguntarse, por primera vez, si ella realmente ha elegido su camino tan libremente como cree.
La casa a la que Ciara regresa aparece como símbolo de todo aquello que ya no existe, que está muerto pero que de alguna manera queda vivo en la memoria como la estructura de la casa que somos nosotros mismos ¿qué otros símbolos podríamos encontrar en la novela?
Cada habitación de la casa está ligada a un miembro de la familia de Ciara y simbolizan sus lazos con ellos. A medida que Ciara destruye estos espacios y los recuerdos físicos compartidos con su familia, sin darse cuenta está reconstruyendo su relación con ellos. La remodelación de la casa es un símbolo del proceso de duelo de Ciara. Hay otros elementos simbólicos en la novela, como el huerto de Edna o el fuego.
¿En qué proyecto literario te encuentras trabajando ahora?
Ahora mismo estoy escribiendo un nuevo libro de la serie Las Rollettes, cuyo primer título acaba de lanzarse ahora a finales de mayo. También estoy trabajando en la documentación y las escaletas de un par de proyectos, pero esos van para largo.
Laia Soler y sus lecturas
¿Qué libro te incentivó a escribir?
Todos los que leí de pequeña en la biblioteca de mi pueblo.
¿Qué autor te pudo provocar dejar de escribir? (por su calidad indiscutible)
Cuando leo a grandes autores no siento ganas de dejar de escribir, al contrario, me dan ganas de sentarme a trabajar, de retarme y mejorar. Últimamemente me ha sucedido con Caitlín Moran, Elena Ferrante, Jhumpa Lahiri…
¿Cuál fue tu primer gran descubrimiento literario?
Orgullo y prejuicio, de Jane Austen.
¿Qué novela relees con frecuencia?
Lo cierto es que ninguna, aunque no es por falta de ganas, sino de tiempo. Tengo demasiadas lecturas pendientes. Lo que sí suelo releer es poesía, Yeats y Plath especialmente.
¿Qué libro te da vergüenza no haber leído aún?
Como decía, siento que me falta tiempo para leer todo lo que querría leer… Así que la lista es más larga de lo que desearía.
¿Qué clásico de la literatura consideras que ha sido sobrevalorado?
No soy muy fan de las puntuaciones ni las afirmaciones categóricas, y mucho menos cuando el objetivo es restarle valor a una obra.
¿Quién sería ese diamante literario que darías a conocer a nuestros lectores?
No es una desconocida, pero no me cansaré de recomendar a Elena Ferrante, especialmente su novela corta Los días del abandono.
¿Tienes una cita literaria de culto?, ¿cuál es?
«El momento en que dudas si puedes volar, dejas de poder hacerlo para siempre», de James Matthew Barrie, en Peter y Wendy.
¿Qué estás leyendo actualmente?
Ahora mismo tengo en la mesilla Hacia la belleza, de David Foenkinos.
Descubre
La geografía de tu recuerdo, la última novela de
Laia Soler, pubicado por
Editorial Catedral:
Entrevista realizada por Lucía Moscoso Rivera.