|
|
|
|
Nosotros después de las doce de Laia Soler
Yo no sería Aurora sin aquellas personas que han pasado por mi vida, estén aún en ella o haga ya tiempo que desaparecieron, porque todo me moldea. Si olvido, pierdo a Aurora...
|
Nosotros después de las doce de Laia Soler
Cuando pasan cosas malas… Hay que asumirlas o, si no son culpa nuestra, superarlas. Librarse de lo que nos molesta es hacer trampa, y creo que no te hace bien
|
La geografía de tu recuerdo de Laia Soler
No supe verte entonces, y ahora estoy demasiado lejos para alcanzarte. Ahora te veo. Te veo y te comprendo. No te importa que el mundo no se detenga a escucharte, porque cuando tocas, tú escuchas al mundo. Todo se apaga y solo estás tú, tus dedos demasiado lentos y tu voz poco instruida. Estás tú, imperfecta, y nada más, y no quieres más porque no necesitas más. |
La geografía de tu recuerdo de Laia Soler
Si no puedes amar a tu sangre, ¿a quién serás capaz de amar? Eso decía ella. El amor empieza en casa. Un hogar sin amor es una persona sin capacidad de amar, concluía. |
Nosotros después de las doce de Laia Soler
Existe la magia de las pequeñas cosas, de los gestos sencillos y las sonrisas fugaces, de un perdón sincero, de los te quieros y las promesas eternas. Que a esa magia vosotros la llamáis felicidad.
|
Nosotros después de las doce de Laia Soler
Olvidar nuestros errores o los malos momentos hace que nos olvidemos también un poco a nosotros mismos.
|
Nosotros después de las doce de Laia Soler
Ahora solo deseo sentir que ahora mismo, traiga lo que traiga el futuro, somos uno. Que ahora somos la música que marca el ritmo de nuestros corazones.
|
Nosotros después de las doce de Laia Soler
Aurora no creía en eso; el perdón era solo una palabra para que los combatientes bajaran las armas. El perdón no acababa con el rencor ni con el dolor. Ninguna palabra tenía ese poder.
|
Heima es hogar en islandés de Laia Soler
De ti me gusta incluso lo que no me gusta, Heima. Ya sé que somos diferentes, pero eso no es malo. Sólo quiero tener la oportunidad de saber si somos demasiado diferentes o si nuestras diferencias nos hacen encajar perfectamente.
|
|
Tú y yo después del invierno de Laia Soler
No somos más que dos cuerpos llenos de grietas que se aferran el uno al otro para no romperse.
|
Tú y yo después del invierno de Laia Soler
Nadie habla de cuánto duele dejar de querer. Cuando rompes el corazón de alguien a quien has querido, el tuyo también se agrieta. Tal vez no hablan de ello porque ese dolor no te paraliza, solo te llena de recuerdos y universos alternativos donde las cosas son diferentes, y ese peso te ralentiza, pero no te detiene
|
Tú y yo después del invierno de Laia Soler
Nunca volvió a querer a nadie como quiso a aquel forastero, porque la inocencia del primer amor muere siempre con él. Pero volvió a querer, y cuando estuvo preparada para hacerlo, supo querer mejor.
|
Tú y yo después del invierno de Laia Soler
Esa noche aprendió que ser mayor no significa enfrentarse sola al mundo, sino saber cuándo es el momento de pedir que alguien te dé la mano para poder seguir avanzando
|
Tú y yo después del invierno de Laia Soler
Es inútil intentar comprender a alguien cuando ni siquiera nosotros estamos a nuestro propio alcance
|
Tú y yo después del invierno de Laia Soler
Erin no aprendió a ser la mejor, pero aprendió algo muchísimo más importante: la alegría de hacer algo solo por placer. Aprendió a no competir, a no esforzarse por encima de sus posibilidades y a sentirse bien en la zona gris que llaman mediocridad...Había descubierto el arte por el arte
|
Tú y yo después del invierno de Laia Soler
Porque eso hacemos con las cosas que no podemos entender. Las diseccionamos hasta que no queda nada de ellas...Sabía que el mundo no era simpático con aquello que no podía entender
|
Gregorio Samsa es un ...