El diablo viste de negro de L. J. Shen
Había sentido un poco de alivio al romper con Chase. Seis meses de relación y todavía me ponía nerviosa y me reprendía constantemente por decir algo incorrecto en su presencia. Cuando estaba cerca, mi voz era siempre aguda, y medía las palabras y lo que pensaba para tratar de ser la mujer con la que pensaba que Chase Black saldría. Sentía que jugaba en una liga tan superior a la mía que me concentraba en no cometer errores más que en llegar a conocerlo y pasarlo bien. Siempre me había sentido inferior. Menos atractiva, menos elegante, menos inteligente. Ahora, odiarlo era mucho más fácil que tratar de abrirme paso hasta su amargo corazón, como hacía cuando salíamos.
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