La lista prohibida de Koethi Zan
Jennifer y yo, precisamente, no deberíamos haber acabado en aquel sótano. Nosotras menos que nadie. No éramos las típicas chicas de dieciocho años que se saltan todas las precauciones en cuanto las dejan sueltas por primera vez en un campus universitario. Nos tomábamos muy en serio nuestra libertad y poníamos tanto cuidado en controlarla que ya casi no existía. Sabíamos mejor que nadie lo que había allí fuera, en el ancho mundo, y no pensábamos dejarnos atrapar
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