Las chicas de Canterbury de Kim Wright
Agarro mi teléfono y pulso una tecla. -Siri -digo-, ¿cuál es el sentido de la vida? La lucecita morada del micrófono parpadea mientras hablo. Y ella contesta: No lo sé, pero creo que hay una aplicación para eso. Estupendo. He llegado a un punto de mi vida en el que mi propio teléfono me contesta con sarcasmo. |