El engaño de la princesa de Kiersten White
Ginebra apoyó una mano sobre el corazón de Arturo, sintiendo latir el suyo propio como un pajarillo asustado. Quería darle su nombre. Quería dárselo todo.
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El engaño de la princesa de Kiersten White
Ginebra apoyó una mano sobre el corazón de Arturo, sintiendo latir el suyo propio como un pajarillo asustado. Quería darle su nombre. Quería dárselo todo.
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