A la caza de Jack El Destripador de Kerri Maniscalco
La ciencia nunca me había abandonado como la religió lo había hecho aquella noche. Renunciar al Santo Padre era considerado un pecado, y yo lo había cometido repetidas veces. Cada vez que mi bisturí se encontraba con la carne, pecaba más y lo hacía con gusto.
|