Notre-Dame de Ken Follett
Me encontraba al borde de las lágrimas. Algo de un valor incalculable estaba muriendo ante nuestros ojos. Era una sensación desconcertante, como si la tierra hubiera comenzado a temblar.
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Notre-Dame de Ken Follett
Me encontraba al borde de las lágrimas. Algo de un valor incalculable estaba muriendo ante nuestros ojos. Era una sensación desconcertante, como si la tierra hubiera comenzado a temblar.
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