La caída de los gigantes de Ken Follett
[ Era la obscuridad lo que lo ponía más nervioso. Había podido soportar la espera si hubiera podido ver, pero sumido en aquellas tinieblas, era como si estuviese perdiendo el juicio... Antes le preocupaba echarse a llorar como un niño, pero ahora le estaba costando horrores reprimir los gritos.] |