Nunca me abandones de Kazuo Ishiguro
Habían calculado cuidadosamente lo que decirnos en cada momento, de forma que fuéramos siempre demasiado jóvenes para entender cabalmente lo que se nos decía. Y no hubo de pasar mucho tiempo antes de que toda aquella información se hubiera grabado en nuestra mente sin que jamás la hubiéramos examinado con detenimiento
|