Remy de
Katy Evans
—No me conoces. No sabes nada de mí.
—¡Entonces, cuéntamelo! ¿Crees que te voy a abandonar si me dices eso que no quieres que sepa?
—No lo creo, lo sé. —Le sujeto la cara, mis entrañas se agitan dolorosamente mientras miro sus ávidos y frustrados ojos dorados—. Me dejarás en cuanto se vuelva demasiado complicado, y me dejarás sin nada… mientras yo te deseo como no he deseado nada en mi vida. Eres todo en lo que pienso, todo lo que sueño. Me alegro y me deprimo, y todo es por ti, ya no es por mí. No puedo dormir, no puedo pensar, ya no me puedo concentrar en una mierda y todo es porque quiero ser jodidamente tuyo, y en cuanto te des cuenta de lo que soy, ¡solo seré un puto error para ti!
—¿Cómo podrías ser un error? ¿Te has visto? ¿Has visto lo que me haces? ¡Era tuya desde el primer momento, maldito idiota! ¡Haces que te desee hasta sufrir y luego no haces una mierda!