Marzahn mon amour: Historias de una pedicura: 71 de Katja Oskamp
Gerlinde no ganaba mucho dinero. De lo poco que podía ahorrar, un mes se compraba pasta de dientes, otro mes crema para los zapatos. El resto se lo reservaba para comprar entradas a conciertos. Le encantaba la música clásica. No se veía a sí misma como una persona pobre. En su vida nunca atribuyó mucha importancia al dinero.
|