Crónicas barbitúricas de Karina Sainz Borgo
"Le ocurre a los que no tienen un lugar al cual volver. A los globalizados a la fuerza, a los viajantes que disimulan su desarraigo con billetes de bajo coste. Sí, ocurre. Hay ciudades de las que uno se enamora loca e inevitablemente. Sin ningún motivo, excepto el solo deseo de pertenecer. [...] Y conociéndolas, el enamoramiento ha sido cada vez peor y más profundo. Quienes me conocen, me reprochan no querer estar nunca donde estoy. Acaso porque no pertenezco o porque siempre estoy a punto de cometer una locura." (Pág.79).
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