El tercer país de Karina Sainz Borgo
Yo no tenía monedas para darle, tampoco hijos que proteger. Los míos dormían un sueño profundo e irrevocable en unas cajas de zapatos.
|
El tercer país de Karina Sainz Borgo
Yo no tenía monedas para darle, tampoco hijos que proteger. Los míos dormían un sueño profundo e irrevocable en unas cajas de zapatos.
|