El murmullo de los árboles de Karen Viggers
Después de la lluvia, las rosas que crecían junto a la valla habían rebrotado, las flores de color rosa cabeceaban, mecidas por la brisa que entraba por la calle. El frente frío ya se había alejado y, si bien el cielo seguía siendo gris, era de una tonalidad más clara, lo que presagiaba un tiempo más cálido. Miki se volvió hacia las montañas, en cuyas cimas seguían posadas las nubes de color azul grisáceo y le pareció ver el débil trazo de un arcoiris. No sabía si era real o si lo había imaginado entre la neblina de sus lágrimas pero daba igual. Lo único que sabía era que el río que fluía en su interior, como las aguas que descendían de las montañas, rebosaba vida, deseos y esperanzas
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