Leído por primera vez en 2013 - Relectura en 2023. Diez años. Ni intentándolo a propósito lo hubiese releído tras un periodo de años tan redondo. Llevo AÑOS, literal desde 2015 que conseguí este libro, queriendo releerlo y seguir con la saga. Ni qué decir que mis ganas han menguado y, además, estoy bastante segura de que lo estoy disfrutando mucho menos de lo que lo habría hecho de leerlos en su momento... En fin, cosas que pasan, acumulación de libros nuevos y el largo etcétera que tiene lógica en la vida de un lector. Al menos, ahora intento no ser así porque luego pasa lo que pasa: las ganas se esfuman y la lectura no se adora como antes. Debo decir que me ha sorprendido muy gratamente. No recordaba apenas nada, solo que la prota pasa de ser una niña bien a darse cuenta de que tiene que sobrevivir como puede a la horda de criaturas mágicas que están dispuestas a destrozarla en cuanto se despiste. La idea que tenía era de coger la historia con pinzas porque se publicó inicialmente en 2006, pertenece al género paranormal (o fantasía urbana) y todos sabemos qué clase de personajes femeninas se creaban en esos años. Así que me daba mucha cosa darme de lleno con una adulta que se comportara como adolescente y venga el machito de turno a salvarla porque es obvio que no puede ser de otra manera. ¡Y no! MacKayla es una badass de pies a cabeza desde el inicio, desde que pone el primer pie en Dublín con su ropa a conjunto de todos los tonos de rosa posibles, con su melena rubia bien atada y sus zapatos de tacón. Desde ese mismo momento rompe el estereotipo de "personaje femenino que solo es un florero". Sí, la chica está cagada; sí, mete la pata en varias ocasiones y el fabuloso Barrons aparece para salvarla; sí, se preocupa por tener la manicura estupenda. Pero rompe el escenario en cada escena de acción, sabe quién es y lo que quiere, sabe que acaba de conocer el mundo de monstruos y necesita ayuda de alguien que conoce esos entresijos, aprende rápido y, bueno, si le gusta ser un arcoiris andante con sus vestimentas, lo hace porque tiene estilo. Hay muchas escenas en las que se comenta su amor por el rosa, la manicura perfecta, el maquillaje retocado, pero es parte de su personalidad y la autora no lo hace destacar como si por ello se convirtiera en menos badass, le da ese toque de humor dentro del salvajismo en el que se ve envuelta. Según mi reseña del 2013, este libro tiene mucha acción y tensión desde el inicio... Bueno, tengo que comentarle a la Diana del pasado que esta relectura me ha hecho avanzar un poco más lento de lo que pensaba porque me faltaba un poco de chispa. De todas formas, se muestra el mundo y se conocen las criaturas, así que ese ritmo pausado es totalmente necesario. Barrons, el maravilloso machote alfa de esta historia paranormal es... bastante normal. Tiene sus prontos, tiene que ser un poco capullo a veces y no llega a pillar del todo la personalidad de Mac, pero no está mal. No es el macho alfa de las historias paranormales, solo es un machito musculado. Hay algunos comentarios sobre salud mental y un poquito sobre el papel de las mujeres que denota el año en el que fue escrito, pero para mi sorpresa han sido muy muy MUY mínimos. Karen Marie Moning iba adelantada a su tiempo. En otras circunstancias habría abandonado esta saga, me ha gustado y lo he pasado bien con su lectura, pero no me tironea la curiosidad por saber más. Pero, como hice colección en su momento y tengo todos (a falta de uno) de los títulos que se han publicado en español... voy a seguir. Poquito a poco, pero los iré leyendo con el tiempo. + Leer más |