El amor de un idiota de Junichirô Tanizaki
En aquel momento no creía que Naomi fuera la mujer más hermosa del mundo. No hace falta decir que me cruzaba con señoritas mucho más bellas que Naomi en el tren, los pasillos del Teatro Imperial y la avenida de Ginza [...] deseaba imprimirle un giro a mi ordinaria y monótona vida.
|