Poesía completa de Julio Mariscal Montes
Dijiste: ¡Para siempre!... Y te marchaste, breve, entre los pinos. Y yo —¡Dios mío!— me iba preguntando: ¿Qué haré con tanta tarde entre las manos? ¿Qué haré cuando me enrede entre las horas? ¿Cuándo la estrella clave en mí su nombre? ¿Qué harás, corazón mío? Y ahora —ya el tiempo alfanje entre nosotros— Me sigo preguntando: ¿Qué haré con tanta tarde, con tanto corazón, Con tanto barro, Si no tengo tus ojos para alzarme? XIII, de "Poemas de Ausencia" (1957) |