The iron king de Julie Kagawa
Me lamí los labios y susurré: —¿Es ahora cuando dices que vas a matarme? Esbozó una sonrisa. —Si quieres —murmuró, y un destello de regocijo cruzó por fin su cara—, aunque las cosas se están poniendo demasiado interesantes para eso. Se oyeron paso en el corredor y Ash se apartó y soltó mi mano. Cruzando los brazos, se apoyó de espaldas en la pared al tiempo que entraba Puck. Grimalkin iba tranquilamente detrás de él. |