Más brillante que el sol de Julia Quinn
—Señorita Lyndon —dijo él, muy seco. Ella se detuvo de golpe. —Tengo que casarme —le dijo sin tapujos—, y tengo que hacerlo en los próximos quince días. |
Más brillante que el sol de Julia Quinn
—Señorita Lyndon —dijo él, muy seco. Ella se detuvo de golpe. —Tengo que casarme —le dijo sin tapujos—, y tengo que hacerlo en los próximos quince días. |