Te doy mi corazón de Julia Quinn
No sabía cómo esa mujer había llegado a significar tanto para él; tenía la impresión de que un día era una desconocida, y al siguiente le era tan indispensable como el aire. Y, sin embargo, eso no había ocurrido en un relámpago cegador. Había sido un proceso imprevisto, lento, tortuoso, que le fue coloreando calladamente las emociones hasta que comprendió que sin ella su vida carecía de sentido.
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