Secretos en Londres de Julia Quinn
—Soy perfectamente consciente de que me encuentra usted interesante. A Olivia se le sonrojaron las mejillas. Este hombre empezaba realmente a gustarle. Y lo peor de todo era que tenía algo. Ella lo había estado espiando, lo cual fue una grosería. Pero aun así no hacía falta que él hiciera nada especial para que ella se sintiera incómoda. |