La mejor reputación: 206 de Julia London
–Sí, por favor –dijo la señorita Mackenzie, y se puso en pie tan de repente, que todos los señores tuvieron que apresurarse en imitarla–. Así pues, vamos a retirarnos, señoras, para que los caballeros puedan tomarse su oporto y fumar sus puros y emitir sus juicios sobre nosotras. Pero no nos dejen solas demasiado tiempo, señores, porque estaremos sin una supervisión adecuada.
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