Cenizas: de Juan de Dios Garduño Cuenca
Como todos apuntaban con sus armas hacía arriba, nadie vio cómo un enorme gusano blancuzco de medio metro de largo y sin ojos salió disparado de la nieve y se clavó en el estómago de Stuart.
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Cenizas: de Juan de Dios Garduño Cuenca
Como todos apuntaban con sus armas hacía arriba, nadie vio cómo un enorme gusano blancuzco de medio metro de largo y sin ojos salió disparado de la nieve y se clavó en el estómago de Stuart.
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