El testigo de Juan Villoro
Julio no podía cortarse las uñas sin olvidar alguna. Días después descubría que el índice o el meñique no habían pasado por la poda. A esa uña absuelta le decía EL TESTIGO.
|
El testigo de Juan Villoro
Julio no podía cortarse las uñas sin olvidar alguna. Días después descubría que el índice o el meñique no habían pasado por la poda. A esa uña absuelta le decía EL TESTIGO.
|