La Chaco de Juan Solá
—La calle es nuestra, al menos por una tarde —me había dicho Hiedra—. Una tarde sin la gorra que nos faja, una tarde de poder tomarnos una birra y cruzar 9 de Julio cantando y bailando. Es una suerte de ritual para festejar que seguimos vivas… y para denunciar a los que nos matan
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