El Llano en llamas de Juan Rulfo
...es un aire negro. Se planta en Luvina prendiéndose de las cosas como si las mordiera… Luego rasca como si tuviera uñas: uno lo oye a mañana y tarde, hora tras hora, sin descanso, raspando las paredes arrancando tecatas de tierra, escarbando con su pala picuda por debajo de las puertas, hasta sentirlo bullir dentro de uno como si se pusiera a remover los gozones de nuestros mismos huesos. Ya lo verá usted.
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