No conocía a este autor cubano, ni su trabajo. Pero, gracias a esta novela gráfica autobiográfica, he aprendido no sólo anécdotas de su vida, sino también parte de la Historia de Cuba. Aunque su idea inicial era realizar dos tomos. El primero incluiría sus vivencias hasta el momento que realizó su primer largometraje, en 1979. Y, el segundo, contendría la historia de la creación de "Vampiros en La Habana" y su colaboracón con Quino. Lamentablemente, este cómic, en el que trabajó hasta los últimos días de su vida, sólo abarca sus primeros veintitrés años. El libro se compone de un prólogo de Mauricio Vicent, la introdución y los nueve capítulos de la historieta y un epílogo muy emotivo de su esposa, Alberta Durán. A través de los dibujos en blanco y negro, conoceremos los acontecimientos de la infancia de Juan Padrón, sus vivencias durante el servicio militar, sus primeros trabajos e, incluso, su viaje a Leningrado. Siempre haciendo uso del humor, que te provoca carcajadas en varios momentos, incluso en los más duros e injustos. Aunque también utiliza múltiples expresiones y frases hechas cubanas, que en mi caso, ha hecho que me costase entender parte de su humor. Durante la lectura, encontraremos una foto de su primera historieta, realizada para la revista "Mella". Me ha dado mucha pena llegar a la última página y comprobar cómo no pudo terminarla porque se sintió mal e ingresó en el hospital. Como ya he comentado, lamentablemente, es una obra inconclusa, debido a su fallecimiento. Pero creo que el epílogo escrito por su viedua, es de lo más tierno y sincero. Recomiendo la lectura de esta novela gráfica, incluso para gente que desconocía a este gran maestro latinoamericano. Quien fue el único premio nacional cubano en dos categorías distintas, en Cine y Humor. Por último, me gustaría agradecer a la editorial el haberme cedido un ejemplar para su lectura. Me ha picado la curiosidad y tengo pendiente leer las aventuras de su personaje más conocido, Elpidio Valdés. Enlace: https://lenguasucinta.blogsp.. + Leer más |