Solo humo de Juan José Millás
Como la habitación apenas tenía cambios, Carlos supuso que los cambios se habían producido en él, e imaginó la vida como una sucesión de destierros de uno mismo: el bebé es abandonado por el niño; el niño, por el adolescente; el adolescente, por el joven, y así de forma sucesiva hasta que el viejo es abandonado por el muerto
|