Cicatriz de Juan Gómez-Jurado
Me aterra que sea el hecho lo relevante, no la consecuencia. Un acto de violencia de unos pocos instantes acapara toda la atención. Se desmenuza en lo posible su origen, se relata la física de lo ocurrido y se ofrece un autor, responda este a nombre y apellidos o a uno de los sustantivos habituales. Atracador, carterista, asaltante. Planteamiento, nudo, desenlace. No se vayan, una breve pausa para la publicidad y enseguida volvemos con los deportes. Los periodistas no dicen nada en los artículos de la sombría matemática de las consecuencias, del vacío que crea esa violencia, de los universos destruidos que quedan detrás de esa acción. Nada. Un espacio en blanco, como la silla que nunca se va a ocupar en Nochebuena, el lado de la cama que permanecerá frío, el aire que nunca se moverá impulsado por esas cuerdas vocales para transmitir la risa, el consejo, la comprensión. |