Una historia sobre la vejez y cómo afrontarla, con un punto de vista muy negro. La vida es como el viaje del agua, parece que siempre es la misma pero si fuese así un día llegaríamos al final de la vida en el universo
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Una historia sobre la vejez y cómo afrontarla, con un punto de vista muy negro. La vida es como el viaje del agua, parece que siempre es la misma pero si fuese así un día llegaríamos al final de la vida en el universo
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Escribir, ese universo lleno de posibilidades. He leído la sinopsis de este quinto volumen de Blacksad justo antes de introducirme en sus páginas. Y lo primero que he hecho es lanzar una carcajada. Por la primera ocurrencia y por la simpatía de la escena inicial. Por lo familiar y el reencuentro con un mundo, ya hace tiempo, muy especial para mí. La escritura es bien sabido que supone un arma de doble filo. Lo saben los lectores, fieles escuderos de aquellos que se lanzan a garabatear sus mentes con tal de sacar un manuscrito limpio. Lo saben los seres cercanos a la figura del escritor, habitualmente tan torturada y machacada por su propia presión, que el resultado final hace tan especial como abrumadora la tarea de seguirle la estela. Cómo no, lo sabe el propio artista de las letras. Mucho hay de noche en vela y ojeras ahí donde se suele ver nada más que el traje a llevar en el evento de turno donde recopilar, ensalzar y jactarse de multitud de anécdotas. Por todo eso, cuando he leído en esa sinopsis acerca del escritor maldito, una sonrisa se me ha escapado justo antes de esa primera carcajada de pura camaradería con Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido. No puedo imaginar cuán felices deben sentirse cada vez que sus manos acarician el lomo de uno de sus tomos. Uno a uno, brillan con luz propia, y como no podía ser diferente, este Amarillo lo hace refulgiendo con especial vivacidad para los fieles de la saga. Enfocado como un periplo de descanso para nuestro detective felino, el argumento de esta entrega supone un in crescendo delicioso en cuanto al ritmo de la problemática que se gesta. Un conflicto en ciernes que sabrá tocar palos muy bien enmarcados en esa idea inicial de someter a John a unas aventuras en una suerte de exilio de lo visto hasta ahora en Blacksad. Lo que no se distancia ápice alguno de su nivel de calidad es la ilustración. El desfile de recursos en protagonistas y escenarios habla por sí mismo desde el nacimiento de esta obra, y para un ojo novato e impresionable en la materia, casi que solo me queda decir al respecto que, ojalá, si esto tiene que ver un final, no será porque no vaya a quedar inmortalizado en mis recuerdos. La escritura enmarca muchos frentes. Y, aunque no siempre se trate de “poesía y cojones”, como citan en Amarillo, mucho de lo que gesta estos comics estoy seguro de que nace de una locura idealista. De un sentido del perfeccionismo enfermizo y difícil de manejar por lo volátil de su naturaleza. Puede que sí. Puede que siempre se trate de algo parecido a esa poesía y a esos cojones. Pero darlo por hecho nos aleja de la responsabilidad con la ternura, las amistades, la familia y, en definitiva, el alma del circo en el que estamos todos inmersos. El mismo circo que espera en Amarillo y que, si te gusta Blacksad, no puedes perderte. + Leer más |
En 1939 Gentlemind es una revista de ínfima calidad que tenía que competir con las poderosas Esquire, Bazaar, Life,… La revista pertenecía al magnate H. W. Powell, un millonario caprichoso. Cuando fallece, Gentlemind queda en manos de su viuda, Gina Majolie, que la cambiará por completo para que plasme con realismo lo que ocurre en la nueva América y satisfaga los intereses de sus ciudadanos. A lo largo de tres décadas, veremos cómo la revista alcanzó su máximo explendor y cómo terminó en la indiferencia más absoluta, también veremos las vidas de varios personajes relacionados con la revista y a la vez una crónica de la sociedad americana a mitad del siglo XX. Entre los personajes destacó a Navit, joven judía que desde lo más bajo llegará a ser una magnate de la prensa. Arch Parker,el joven dibujante que apuesta por la publicación más irrelevante del mercado y acabará siendo uno de los artistas más reputados del país. Oswaldo Trigo portorriqueño obligado por su padre todopoderoso a "enterrar su pasión tras una toga de abogado". Maggie Kenwood, la joven fotógrafa que pasa de hacer fotos en la calle a firmar junto a un periodista las entrevistas más leídas y cuyo pasado la acechará. Estos personajes, sus vidas pasadas y presentes y su aspiraciones, deseos, emociones y sentimientos en una obra maravillosamente editada con extras como bocetos de dibujo y un prologo de Enric González que nos sitúa en la época en la que está ambientada la historia y que hace de Gentlemind un cómic-joya. Enlace: https://instagram.com/mi.ter.. + Leer más |
¿Cómo una novela gráfica puede hacerte sentir como en casa? A falta de otros tres volúmenes, mi camino por la serie Blacksad apenas ha recorrido tres tomos: ‘Un lugar entre las sombras’, ‘Arctic Nation’ y este que nos ocupa, ‘Alma roja’. Pues bien, en mi especie de retorno al hogar, Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido han preparado algo así como una velada privada. Una cena especial. Solo así podría definir la experiencia visual y lectora que he experimentado. Cada viñeta es oro puro, cada diálogo una genialidad. Tanto da que nos encontremos en una paradisíaca playa privada, en el hogar de un pintor o ante el sonriente rostro de todo un gilipollas. Al final, uno anida en lo que más le cala y, en mi caso, bebo a raudales de la camaradería, los viejos aliados y el amor. Un amor que en Blacksad se nos presenta con fuertes raíces ante circunstancias huracanadas. Solo puedo afirmar de su presencia en ‘Alma roja’ que la preparación, cocción y (difícil) digestión de sus ingredientes a buen seguro lograrán quedar en la memoria de todo lector. Aunque, como siempre, hay mucho más. El escenario de esta entrega es, como reza el propio comic, de grandes palabras y grandes conflictos. La manera de enfocar la guerra fría en la que nos ubica resulta especial, porque adquiere formas de todo tipo menos las precisamente frías. A eso nos tiene ya acostumbrados nuestro felino detective, protagonista indiscutible una vez más, y de nuevo rodeado de personajes ultra carismáticos. El que escriba estas líneas con cierta pena y el corazón en un puño me dice mucho acerca de cuanto me ha transmitido esta historia. Es como una de esas peleas en las que se inmiscuye John Blacksad casi a diario. ‘Alma roja’ vapulea tu mente con una trama que atrapa, impresiona tu vista con un arte espectacular y anida en tu interior un peso que solo con gran maestría podría concentrarse en un puñado de páginas. La elegancia con la que los autores dejan que, sutilmente, el poso de su mensaje llegue al lector es merecedora de aplauso. No uno como el que podría llevarse un alocado lector de poesía rodeado de antorchas en una madrugada en la playa. Más bien, el aplauso silencioso de alguien que, totalmente satisfecho con la lectura acontecida, sonríe ante el consuelo de hallarse a mitad de camino. Como en la vida, el equipaje es pesado y puede doler, pero en cada nuevo tomo venidero brilla con fuerza la emoción de una nueva aventura y, cómo no, lo cálido del regreso al hogar. + Leer más |
Ha tardado un par de años en llegarnos (directamente en un tomo integral con los dos libros que conforman Gentlemind ), pero la espera ha merecido la pena.
Enlace: https://www.eslahoradelastor.. |
El volumen de Blacksad que nos ocupa, segundo de la serie, anuncia en su misma sinopsis que a va a efectuar una incursión en el racismo, la violencia y la venganza. Todo ello envuelto en dosis de intriga y misterio. Lo hace, y alcanza mediante ello todos y cada uno de los objetivos que se plantea. Si, como quien redacta esta reseña, se siente una repulsión natural ante la chulería con la que a menudo se alzan en el mundo banderas racistas, el disfrute que paradójicamente nos brindará la sufrida tensión de esta novela gráfica será pleno. Porque sí, esto va a ir, desde buen comienzo, de un grupo acomodado en su supuesta supremacía étnica. Un nutrido sector que controla la totalidad de un poblado donde los desfavorecidos son tratados como los extremistas de derecha suelen tratar a quién se sale del rebaño, sea por el motivo que sea. Sin embargo, si afirmo que aquí estamos para disfrutar, es por la presencia en la trama de nuestro detective preferido: John Blacksad. Al felino de negro pelaje, la situación le va a repercutir de varias formas. Ira contenida, o no tanto. Agudeza y premura a la hora de tratar de resolver un caso de desaparición. Gasolina en vena, que a lo largo de la trama se va a ver prendida por múltiples cerillas. Así pues, con la molesta omnipresencia de los grupos radicales en la historia, no serán pocas las ocasiones en que empaticemos con nuestro resuelto protagonista. Pues ahí donde muchos claudicaríamos, él parece hacer uso de sus siete vidas y su afilado instinto para perseverar. Lo que nos lleva a un avance plagado de suspense, al que de forma lenta pero constante, vamos cercándole el núcleo. Arctic Nation es un ejercicio, en cuanto a guion, de exquisita ejecución. Despliega un puzle de lo más interesante, con golpes de efecto tan contundentes como ingeniosos, mediante el uso de la receta ya ganadora en el anterior volumen con el que todo arranca: ‘Un lugar entre las sombras’. Lo que nos lleva al dibujo de esta obra. Si ya en aquella ocasión quedé prendado con la técnica, escenarios y personajes, el que aquí se repita con idéntica brillantez, en un contexto diferente, solo es motivo de aplauso absoluto por mi parte. Poco ducho como soy en la materia, el caso es que muchas son las veces en las que me detengo a admirar cada detalle de lo que me parece una labor tan titánica como minuciosa. No puedo terminar sin resaltar que Arctic Nation es un trabajo de impecables acabados. Desde su edición como volumen individual de la serie, pasando por cada pequeño aspecto que habrá de conducirnos hasta la misma ilustración que se imprime en la contraportada. Oscuro y violento, sí, pero de algún modo, rebosante de amor por este arte. ¿Se puede pedir más? Cuatro cosas voy a pedir. Y ya me están esperando, en forma de más aventuras detectivescas. Que sean muchas más. Enlace: http://ununiversoenpalabras... + Leer más |
Ni voy a ser quien descubra el género de la novela policíaca, ni mucho menos el descubridor de la obra Blacksad. Ese papel es para algo así como héroes anónimos de hace ya un generoso, quizá demasiado, puñado de años. Un grupo de personas de amplio recorrido cultural y excelente gusto me abrió las puertas a muchos mundos, entre los que se encuentra el que nos ocupa. Sí que es cierto que, pese a uno no ser descubridor, sí que me veo asaltado tras releer ‘Un lugar entre las sombras’ por una sensación parecida a una fructífera búsqueda de oro en riachuelo revuelto. Tan asaltado como el felino detective que ve, nada más arrancar las páginas de su primera y genial historia, como algo más le es arrancado. Sí, esto va de animales. Desde el orangután músico al perro policía, de la rata de inmundos principios hasta el gélido interior del secuaz reptil. Y no debería detenerme ahí, pero esta joya de apenas 50 páginas lo requiere. En cambio, puedo ser más generoso en demás halagos. Concretamente, en los dirigidos a guion e ilustración. Siendo un habitual en visitar la cola que conecta con las musas literarias, no puedo sino sentirme un investigador ante un misterio de tamaño descomunal. ¿Es posible que un par de sujetos, no solo se salten esa cola, sino que posean algo así como pases vip? Así me gusta pensar en los inspirados, espléndidos y, por qué no, suertudos, autores de esta obra. Porque tanto Juan Díaz Canales como Juanjo Guarnido deben haber disfrutado en la sala de máquinas de Blacksad de las mieles de saberse creadores de algo inmortal e irrepetible, a menos que sus manos tengan a bien seguir tecleando y dibujando. En este volumen inicial, que da el pistoletazo de salida a una serie de casos cargados de misterio, el buen gusto capitanea un navío a rebosar de mimo, recursos e inspiración a raudales. Uno quedaría prendado de tal modo en cualquiera de las trabajadas ilustraciones que, de no ser por el trepidante avance de la trama, podría vararse ahí, construyendo un fuerte tan sólido como la sutil contundencia con la que esta historia cala en el lector. La conclusión está clara. Quien dé con Blacksad, habrá dado con el oro. Con una mina repleta de él. Una enorme fortuna que habrá de colorear la mente, la vista y el interior del afortunado lector, pese a que tanto el título como la esencia de ‘Un lugar entre las sombras’ quiera hacernos remar en dirección a la niebla. Yo, sin duda, escojo linterna, gabardina y revolver. Y Blacksad. Enlace: http://ununiversoenpalabras... + Leer más |
Como los anteriores: Estéticamente, precioso. El blanco y negro del final muy bueno. La historia también muy bien. Todo el mundo merece una segunda oportunidad.
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Historia muy clásica con todo los tópicos y personajes del genero de detectives. Muy buen dibujo.
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La historia transcurre en los Mares del Sur a inicios del siglo XX, con tribus indígenas en el reino de los rajás blancos de Borneo.
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'El día de Tarowean', la nueva aventura de Díaz Canales y Pellejero, acaba donde empieza la primera historia del personaje, creada por Hugo Pratt en 1967.
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¿A quien baila Raquel en la fiesta en la casa de los hidalgo?