La novela se lee rápida, es amena y entrañable. Se encuentra narrada por Henry, un adolescente, por lo que muchas escenas o acontecimientos se leen de pasada debido a que él no le da importancia. Por ejemplo se centra muchísimo en su despertar sexual y sus relacione, mientras que por consiguiente escenas románticas entre su madre y Frank no se leen de la forma tan intensa como nos gustaría. Tampoco se da explicación o razones profundas a muchos comportamientos extraños de Adele... y así otros tanto temas. Aún así me ha gustado porque se logra reflejar el gran amor pasional que se profesan Adele y Frank, el amor filial entre madre e hijo, algunos problemas de la adolescencia, el dolor y sufirimiento que las personas pueden causar, traumas o problemas con los que habitualmente sobreviven muchas personas... En resumen es una novela recomendable para pasar el tiempo, sufrir, amar y sonreír. |