Arsénico por compasión de Joseph Kesselring
ABBY: Mira, Mortimer, procura olvidarte de esto. Olvídate para siempre de este caballero. MORTIMER: ¿Olvidame? ABBY: Nunca pensamos que llegaases a mirar ahí MORTIMER: Y ¿qué?... ¿qué? ... ¿quién es? ABBY: Es el señor Hoskins. Adam hoskins. Es todo lo que sé de él, aparte de que era de Chicago. MARTA: ¡Oh, es de Chicago! Eso está bien. MORTIMER: ¿Eso es todo lo que sabéis? ¿Qué hace aquí? ¿Qué es lo que le ha pasado? MARTA (Tranquilamente poniendo la mesa): Ha muerto MORTIMER: ¿Que ha...? Mira tía Marta, un hombre no se mete en un arcón y se muere porque sí. ABBY: No, no hijito. Se murió antes. Primero llegó... y luego se murió. MORTIMER ¿Queréis dejar todo esto? A ver si logro entender todo este lío ¿Queréis decirme cómo murió? ABBY Oh, Mortimer, no seas tan preguntón. Ese caballero murió porque bebió un vaso de vino que tenía veneno. MORTIMER: ¿Por qué había veneno en el vino? MARTA: Se lo pusimos en el vino porque se nota menos. En el té tiene un sabor muy especial. MORTIMER: ¿Queréis decir...? ¿Que se lo pusisteis vosotras en el vino? ABBY: Sí. Y yo metí al señor Hoskins en el arcón de la ventana porque la madre de Elaine estaba a punto de llegar. MORTIMER: ¡Oh! Miradme bien a los ojos. Decís, ¿que sabíais lo que habíais hecho y no queríais que la madre de Elaine viera el cadáver? ABBY: No durante el té. No hubiera sido agradable, ¿no crees? MARTA: La gente se encuentras incómoda si toma el té con un muerto al lado. MORTIMER: ¡Oh! Asesinato en primer grado ABBY: Y ahora Mortimer, ya que lo sabes todo, procura olvidarlo. Creo que la tía Marta y yo también tenemos derecho a nuestros secretillos. |