Montañeros, una dama en las cumbres de José de la Rosa
Julie lo necesitaba —pensaba Chaz— y él le iba a fallar, y eso hacía que se sintiera fatal. Pero su relación con las mujeres era… complicada. Siempre metía la pata, decía algo inadecuado, comentaba lo contrario que se esperaba de él. El caso era que no quería estar cerca de una hora a solas en un coche con la hermana de Julie. ¿De qué iba a hablar? ¿Qué le aseguraba que ella no lo detestaría? —Seguro que me cae bien —intentó convencerla—. Si es tu hermana debe ser una chica estupenda. Pero no es eso. Prefiero mantenerme… en un segundo plano. |