Prosa literaria y política / Poesía lírica / El estudiante de Salamanca / El dia de José de Espronceda
El Pelayo V Allí con ojos lánguidos respira dulce placer beldad voluptuosa, y aroma exhala, si feliz suspira, del puro labio de encarnada rosa: Rodrigo en ella codicioso mira la que a su amor se muestra desdeñosa, que más que todas es cándida y linda, la dulce, bella, celestial Florinda. X En tanto encubre pavorosa nube el cielo enantes transparente y terso, y relumbra la espada del querube, ministro del Señor del universo; que ya la voz de la inocencia sube que en llanto al gozo trocará al perverso, y a la luz del relámpago se muestra del rayo armada la divina diestra. VI Sobre él enhiesto a su garganta apunta fiero puñal que el corazón le hiela: procura desasirse y más se junta pecho a pecho Julián, que ahogarle anhela. Así fiero dragón trilingüe punta vibra y se enlaza al animal que cela, e hincado en él la ponzoñosa boca, la enrolla, anuda, oprime y se sofoca. |