Poesías Completas de José María Eguren
NOCTURNO De Occidente la luz matizada Se borra, se borra; En el fondo del valle se inclina La pálido sombra. Los insectos que pasan la bruma se mecen y flotan, y en su largo mareo golpean las húmedas hojas. Por el tronco ya sube, ya sube La nítida tropa De las larvas que, en ramas desnudas, Se acuestan medrosas. En las ramas de fusca alameda Que ciñen las rocas, Bengalíes se mecen dormidos, Soñando sus trovas. Ya descansan los rubios silvanos Que en punas y costas, Con sus besos las blancas mejillas Abrazan y doran. En el lecho mullido la inquieta Fanciulla reposa, y muy grave su dulce, risueño semblante se torna. Que así viene la noche trayendo Sus causas ignotas; Así envuelve con mística niebla Las ánimas todas. Y las cosas, los hombres domina La parda señora, De brumosos cabellos flotantes Y negra corona. |