Esta novela se publicó en 1974, y tiene muchísima influencia del realismo mágico (Caballero Bonald estuvo viviendo en Colombia por esos años). La historia narra la llegada de Pedro Lambert, un normando parco y pobre apodado Hurón, a las marismas cercanas a Malcorta. En medio de un terreno pantanoso e inestable, Pedro establece su casa y funda su linaje, tras adquirir una concubina, Manuela, que es el personaje más memorable de la novela. El relato nos muestra tres generaciones de Lamberts, que desarrollan el ascenso, apogeo y caída del linaje, con la presencia férrea de Manuela como común denominador. Lo más notable de esta novela son dos elementos: por un lado, el lenguaje absolutamente barroquizado y poético, que hace que la lectura sea morosa, pues hay que prestar mucha atención a las palabras para seguir el hilo de la narración. El otro es el protagonismo absoluto del paisaje: las marismas, ese pantano rico en guano pero traicionero, que se traga a las cosas y a las personas en su seno fangoso sólo para hacerlas resurgir en el momento indicado para señalarle al hombre sus pecados contra los otros hombres y contra la misma naturaleza. Los Lambert intentan dominar, domesticar un terreno brutal e inhóspito, y están condenados a fracasar porque el poder de la naturaleza es por mucho mayor que el del dinero. Una lectura ardua pero muy disfrutable. + Leer más |